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Una de las cosas que más me sorprenden de esta Eurocopa es ver todas las caras pintarrajeadas de los aficionados y el ambiente carnavalesco que se vive en las gradas. Acostumbrado a ir al Camp Nou donde llevar bufanda se ha convertido en algo exótico, sorprende ese colorido patriotero en el campo. No sólo hay que animar a tu país, sino que tienes que ir con la cara hecha una bandera y convertirte en un payaso nacional (con todos los respetos para los payasos). Reconozco que todo esto contribuye al cromatismo del estadio y al disfrute de los píxels de las televisiones planas, pero yo soy un aficionado de estética clásica: máximo llevar una bufanda o una camiseta del club. El día que me tenga que pintar la cara de azulgrana para ir al Camp Nou me doy de baja como socio. Carles Valls dixit.