jueves, 2 de octubre de 2008

El Pan nuestro


Cuando un comensal ya está harto de tanto pan moldeado del día después, insípido, aséptico y cuadriforme, es para su estómago un placer rústico devorar un anónimo mendrugo de pan. Un trozo de pan de miga generosa y esponjosa con una corteza profunda y arrugada. Es un gustazo saborear esa hogaza de pan desnuda, bella y lozana. Espero que mi vida no se parezca al pan de molde. Carles Valls dixit.