No se qué me pasa, pero cuando miro algunos partidos de fútbol caseros estoy en estado comatoso. Sigo el match en la pantalla pero mi mente empieza a levitar y sólo sale del trance cuando hay jugadas destacadas o llegan los goles. Tal vez padezca el síndrome del futbolero de sofá que en estado semiinconsciente sólo reacciona a los estímulos gólicos. El fútbol es un sueño de goles. Carles Valls dixit.