jueves, 29 de mayo de 2008

Altitudes y bajitudes



  1. Siempre me han emocionado las gestas épicas de los alpinistas en los ochomiles del Himalaya. Que decidan subir a esa montaña porque simplemente está allí, arriesgando sus vidas desoxigenadas y sus pies congelados, todo para conseguir ese reto altísimo. Para los alpinistas lo principal no es que en la cumbre haya buenas vistas, sino llegar arriba y plantar su gloria en la banderita. También en las épicas ascensiones me interesan los alpinistas secundarios, como los esclavos yaks y los abidonados sherpas. Tengo un amigo que subió el Montblanc y otro amigo que tiene una pluma Montblanc. En cuanto a mi, mi mayor reto físico fue subir al Dragon Khan de Port Aventura y no me sentía las piernas cuando hice el descenso hasta el campamento base. Reconozco que yo soy del llano, de la tierra firme, de bajitudes en vez de altitudes y que mis gestas siempre serán a ras de suelo. La cima es un invento de los alpinistas. Carles Valls dixit.

Abogados caninos


Los perros también tienen sus abogados. Resulta que hay letrados que dedican su defensa legal a entablar pleitos sobre mordeduras caninas. También el propietario del perro puede contratar una poliza de seguro contra los excesos de agresividad de su can. Ahora sólo falta que al perro le den un abogado de oficio. El perro mordedor tiene derecho a no declararse culpable, a no ladrar y a guardar silencio. Carles Valls dixit.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Oídos latinas


Mis oídos necesitan de vez en cuando latinizarse, por eso por prescripción facultativa escucho salsa, merengues, bachatas y reguetones. Su ritmo alegre y sus letras pegadizas excitan mis rígidas ondas cerebrales . ¿Se puede hacer el amor y bailar salsa al mismo tiempo? Carles Valls dixit.

Observador del trabajo


A veces da gusto ver a alguien trabajar, observarlo como trabaja sin trabajar. Pensar lo bien que lo hace, lo que disfruta haciéndolo, lo buen trabajador que es y, sin embargo, no pegar ni golpe. Hay gente nacida para trabajar y otros para vivir del trabajo ajeno. Carles Valls dixit.

Cena automática


Cuando llego cansado a casa y tengo que preparar la última cena, el hambre es más rápida que mi capacidad cerebral para cocinar. Por eso, echo una ojeada en diagonal al estómago de plástico de la nevera para ver qué víveres me quedan y qué es cocinable con el menor tiempo posible, e ingerible por vía intrabucal. Todavía estoy esperando que inventen una nevera con inteligencia que me de una respuesta lógica de cómo combinar los restos de comida sobrante y la comida que está a punto de caducar, y poder preparar una cena cocinable y decentemente comestible. Mi apetito no es cocinable. Carles Valls dixit.

martes, 27 de mayo de 2008

El Taller terrorífico


El Terror fue uno de los géneros novelescos tratados en el Taller de escritura creativa en el que asisto cada semana, pero ¿cómo provocar miedo en la literatura? En el cine de terror los sustos o miedos son visuales (un portazo, un monstruo que aparece, sangre mucha sangre), pero ¿cómo conseguir que tenga miedo el lector? Lo importante, nos comentó el profesor del garaje literario, es sugerir el miedo más que describir lo que te lo provoca.

También nos explicó la diferenciación entre los motivos literarios para generar miedo del siglo XIX basados en lo sobrenatural, con los clásicos fantasmas, tumbas y castillos encantados, y los del miedo del siglo XX, los actuales, más centrados en lo psicológico, en la mente de la persona, en sus miedos interiores (aquí es donde las teorías de Freud cobran importancia).

En resumidas cuentas, a la hora de escribir un relato que cause pavor se ha de crear primero una atmósfera determinada, caracterizar a un personaje que nos podamos poner en su piel (no tiene que ser un héroe), ir montando escenas que le den un ritmo, y, finalmente, tener un final con una acción que puede ser contundente. Para instruirnos de todo ello leímos el cuento “La gallina degollada“ de escritor Horacio Quiroga, que os aconsejo que no dejen de leerlo.

Para la semana que viene, el transilvanés profesor nos ha mandado escribir un relato de terror. Yo le tengo miedo al folio en blanco, espero que Stephen King me inspire. Carles Valls dixit.

lunes, 26 de mayo de 2008

Risas en el escenario


Ahora se ha puesto de moda el teatro de monólogos cómicos. Se monta teatro barato colocando en el escenario un atril y a alguien que le pueda soltar al público presente unas cuantas risas continuadas. A mi me gusta ir a escuchar a un gracioso que, a pelo, me entretenga una hora larga con ocurrencias, chistes y reflexiones disparatadas, siempre que no acabe pensando que este tío está para encerrarlo. Hacer reir a los amigos es fácil, pero hacer reir a un público anónimo que, además ha pagado una entrada, es tarea difícil y son sonrisas caras de conseguir. ¿Cuántas sonrisas son suficientes para que la función sea un éxito? Carles Valls dixit.

sábado, 24 de mayo de 2008

La memoria de las bravas


Afirmo que las patatas bravas tienen memoria emocional. Ayer desgusté en buena compañía un plato de bravas en el Templo mundial de las Bravas del Bar Tomás de Sarria (Barcelona). La forma irregular de su patata, su textura crujiente y blanda, el colorido anaranjado de la salsa picante mezclado con el allioli, me transportó a mis años universitarios cuando ir al Tomás era un ritual semanal. En esa época estudiantil la ingestión de las patatas bravas era como comulgar entre amigos, la tapa de la juventud y la ilusión. Ayer regresé al Tomás y todo continua igual: los camareros de siempre con sus pullovers azules, el bullicio picante en las mesas y el mágico plato de bravas. Comer es recordar. Cada patata brava es un pedazo de mi recuerdos, no tan lejanos. ¿Qué es equivalente a las patatas bravas en mi vida actual? Carles Valls dixit.

viernes, 23 de mayo de 2008

La angustia informática


Una de las peores angustias laborales son las derivadas de los fallos informáticos. Pones en marcha los buenos días al ordenador y, de repente, ves que no se carga la sonrisa multicolor del Windows, que no funciona el fraterno correo electrónico, que no tienes la íntima conexión a Internet o, lo peor de lo peor, que se han borrado todos los documentos que guardabas en el escritorio. Todo estas calamidades informáticas te producen un gran estado de zozobra, una profunda angustia tecnológica: ¿por qué ha tenido que pasar en mi ordenador? Entonces, técnicamente, lloras un poco delante del ordenador para ver si éste se compadece, se produce el milagro, y todo vuelve a la normalidad informática, cuando el ordenador te hacía feliz. El ordenador te puede joder más que tu pareja. Carles Valls dixit.


Cereales matutinos


He empezado un tratamiento de ingestión de cereales como desayuno , en vez de la clásica tostada con mantequilla y mermelada. ¿Aguantaré hasta la hora del almuerzo sin pinchazos en el estómago? ¿Tendré que ir al bar a tomarme un cortado y un croissant a media mañana para no desfallecer? Cuando el hambre da patadas a tu estómago te entra mala leche y tu rendimiento laboral cae en picado ¿Será la solución atracar los pastelitos de una máquina de vending? Desayuno, luego trabajo. Carles Valls dixit.

jueves, 22 de mayo de 2008

Leyendo poesía con una linterna


La pasada luna asistí al Festival Internacional de Poesía de Barcelona. Cuando se acabó el festín poético comprendí porque el club de los mejores poetas están muertos. La poesía está en decadencia. Tal vez se mantendrá en algunos círculos de alta cultura, pero hoy en día casi nadie lee poesía y muchos menos la entienden. La emoción popular está más en un Chikiliquatre, David Bisbal o, si subimos el listón, en Joaquin Sabina o en El Ultimo de la fila, que en clixés de poetas que, además de no entenderlos, declaman en serbocroata, irlandés o escocés.
Sin embargo, también he de confesar que durante la lírica noche hubo momentos mágicos, en que la poesía sí que iluminó mi alma (y no sólo gracias a la linternilla que nos regalaron), y la emoción fue humana y no de fiambre culto. Ahora releo algunos poemas y los revivo con un brote de emoción. Tal vez hay que encariñarse de la poesía poco a poco para entenderla y amarla. Carles Valls dixit.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Titulado doméstico


Barrer, pasar la fregona, limpiar los platos, la taza del water, hacer la cama, planchar, etc. Me estoy preparando para sacarme el título de Empleado de Servicio Doméstico. Espero que me homologuen mis tareas caseras. Estoy planteando apuntarme el año que viene al Master de Servicio Doméstico que organiza la Single University. Carles Valls dixit.

martes, 20 de mayo de 2008

La cruz fiscal


Ya he confeccionado mi Declaración de Renta de este año. Pedí el borrador a la Gran Hermana Fiscal y luego la rellené como si fuese una quiniela. El bolsillo de un asalariado siempre es un agujero controlado por la Agencia Tributaria. Hacienda es una compañera de trabajo a quien le pagas un cortado y croissant cada mañana y, luego al cabo de un año, ella te invita, si tiene una mañana generosa, a un azucarillo en forma de devolución. Carles Valls dixit.

lunes, 19 de mayo de 2008

La novela final


En el Taller de escritura creativa me aconsejaron que para escribir una novela hay que empezar sabiendo como termina. El desarrollo de la novela empieza desde el final y, desde allí diseccionamos como un insecto de papel lo que será la futura novela. El profe del Taller, un joven de estampa mariovargallosiana, nos puso un ejercicio efímero en clase: buscar un final contradictorio. Le propuse uno: un pintor que se corta las manos, y un compañero montó una fantástica historia de faraones con ese final manco. La creatividad en directo es emocionante, escribir en unos minutos y asomar la sombra del talento que seguro que hay en cada uno de nosotros. Tenemos que reservar diez minutos cada día a la creatividad. Carles Valls dixit.

La Retaguardia poética


Autopublico en mi blog un minipoema que envíe y que no se publicó en la páginas del concurso de poesía del diario "La Vanguardia". Después de leer la de los otros elegidos me di cuenta de que mi romántica y trasnochada poesía no estaría en el cuadro de honor. Tal vez tenía que haber presentado mi "Oda a las aceitunas con anchoa", pero es que a veces sufro de restreñimiento poético. ¡Biva el Hamor! Carles Valls dixit.


Acaso sabes, mi amor,
¿dónde nació nuestra poesía?
¿Fue en la piel de mis palabras que compuse para ti?
¿O en tus labios de tinta de cada verso amado?
¿Fue en el abrazo del poema que consumé contigo?
¿O en el beso escrito con todos mis versos callados?

La Cursa inglesa


Unos cincuenta mil "deportistas" participaron en la Cursa popular de El Corte Inglés. Once kilómetros pateando la Ciudad Condal, con la épica subida a las rampas de Montjuic, el paseillo por el Estadi Olímpic, y la llegada exhausta en olor de multitudes en la misma plaza Cataluña.
El pistoletazo de salida fue como salir de un vagón de la Renfe en horas punta, luego avancé por el carril de la izquierda a cochecitos, abueletes y toda clase de niños durante toda la cursa. Yo me sorprendí, ¿cómo es que corriendo a un ritmo constante, sacando la lengua, me pase casi toda la carrera haciendo eses a superabuelos, niños vitamizados, perros con dorsales y atletas sebosos que, además están delante de mi la mar de frescos? El secreto de la cursa es que la operación salida es escalonada. Carles Valls dixit.

sábado, 17 de mayo de 2008

Funeral en la opera



En el Teatre Liceu subían el telón con la opera "Muerte en Venecia" de Benjamin Britten, basada en el famoso libro de Thomas Mann (que no he leído). La opera gira en torno a un reconocido escritor, ya caduco, sin inspiración, que se va de viaje a Venecia, en busca de la belleza masculina y de su talento perdido, y acaba estirando la pierna junto a las góndolas (nada que ver con la visión colorista y alegre de Venecia que tenía yo). Un argumento lírico ideal para tragarse un viernes por la tarde después de salir de trabajo. Aguanté el primer acto heroicamente (noventa minutos). Luego dije basta y me marché del teatro en busca de la vitalidad ramblera. Cuando salí del templo de terciopelo me fije en las caras del público presente, caras apesadumbradas, de hastío y de dolor de cabeza. Tenía la impresión de haber asistido a un funeral y estuve tentado de dar el pesame a los melómanos. Pero, claro, el masoquismo forma parte del intrínseco disfrute de la opera, sobretodo, si te has gastado un dineral en las entradas. Carles Valls dixit.

viernes, 16 de mayo de 2008

Gatos mantenidos



Tengo un par de amigos con gatos. Uno de los caninos es una gata persa, llamada Aida, y otro canino es un gato de payés, llamado Max. De momento los gatos no se conocen, ni he organizado una cita a ciega con ellos. Un día de éstos montaré el Primer Encuentro de Amigos con Gatos para que sus dueños puedan poner en común las andanzas de sus felinos: si se comen las plantas, si maullan por las noches, si arañan, si son independientes, sin son sibaritas etc. A mi uno de ellos me ha ofrecido un cachorrrillo. Yo quizás me lo pensaría si el gato me paga la mitad del alquiler, me ayuda en las tareas doméstica, y me deja para mi sólo el sofa, que por eso curro todo el día. Atenta contra mi dignidad de animal laboral tener otro animal, que por el solo hecho de ser gato, sea un mantenido. Carles Valls dixit.

jueves, 15 de mayo de 2008

Agua con linaje


Antes bebía el agua del pueblo, la del grifo doméstico. Saciaba mi sed con el agua urbana de fuente desconocida, hija de la depuradora y de la química, maltratada por las cañerías, y con ese sabor a farmacia mojada. Ahora bebo agua embotellada, con nombre y apellidos, de fuentes y ríos nobles, bebo agua pija. Mi cocina se ha convertido en un contenedor de reciclaje de grifos de plástico. Carles Valls dixit.

Desblogueo mental


Este es un blog automático. Escribo compulsivamente, sin casi ordenar mis ideas, sobre aquello que se me ocurre en ese instante, que no me suponga mucho esfuerzo mental pero que tampoco sea racionalmente previsible. No me interesa hablar de lo mismo, opinar sobre lo mismo sino, desde la ley del efímero esfuerzo intelectual, hacer alguna reflexión en una dirección que no sepa ni yo mismo donde va a acabar. Al pensamiento hay que dejarle un espacio de atrofia mental. Carles Valls dixit.