Mi tele abombada no es la mejor pantalla de cine, su calidad de imagen es parecida a la de las pelis compradas en el top manta. Pero mi realidad catódica es que los films los prefiero ver en DVD, y no cuando les salga de la pantalla a los programadores televisivos de la caja plasmada o pasmada.
Me estresa ver una peli acuchillada por cortes publicitarios, en horarios que se deslizan hasta medianoche, manchada con el logotipo del canal, en formato cuadriculado, sin versión original, y sin posibilidad de play, pause o stop (aunque ahora parece ser que un canal privado lo ofrece a sus clientes). Para mi el mando a distancia no es omnipotente y no me gustan los coitus interruptus televisivos. Carles Valls dixit.