Bodas gays, divorciados con segundas nupcias, maduros ibéricos con damiselas, españoles caritativos con mulatas despampanantes, amores de Internet, matrimonios express. Cada mañana en el despacho me llegan parejas con ganas de casarse. A veces tengo la sensación de ser más cura que abogado de extranjería. Y yo continuo soltero. Evidentemente, sólo aconsejo legalmente sobre esta institución de cónyuges, y algunas veces, coyuntural. Hoy en día, es curioso, las parejas más tradicionales no se casan y las más antinupciales sí, ¿por qué será? Carles Valls dixit.
