Falta agua en Cataluña porque no llueve y no se de dónde la van a sacar. Cuando abro el grifo de mi casa desconozco el origen de mi agua corriente, si será de Almería, del Segre, del Ebro o de de la piscina del algún chalet de la Costa Brava. Por si acaso, he ido al super a comprar una batería de botellas. Al menos se que son del supermercado colindante y no de aguas turbias políticas. Como ciudadano, sin ser aguafiestas, tengo derecho a saber el pedigree de mi agua de boca. Me voy a tomar un chupito de agua. Glub, glub, glub. Carles Valls dixit.