viernes, 25 de abril de 2008

Nocilla literaria


Estoy leyendo el encumbrado libro Nocilla Dream, del joven escritor de semblante umbraliano, Agustín Fernández Mallo. Según la revista Quimera su libro es el novamás del vanguardismo literario español.
Ya lo he empezado, Mallo me habla de una carretera inhóspita en Nevada, de un burdel, de una América profunda que no me interesa, y de vez en cuando se le va la olla y la tangente con su historia yanquizante.

El tío escribe muy bien, se le entiende muy bien -como el lenguaje de un blog- y se nota que es un trotamundo observador que tiene un caos mental y una técnica literaria depurada. Quizás, hoy en día para tener talento no basta técnica literaria sino ser un escritor globalizador, mezclarlo todo en un turmix, lo friki y lo culto, y que un lector al leer no tenga que codearse con el Diccionario de la Real Academia.
Es la alta literatura de Internet que, la verdad... me anima a escribir, porque no necesitas un vocabulario de más de 2.500 palabras. Eso sí, talento, imaginacion, vagabundeo, cosmopolitismo y cortar y pegar con criterio cosas inverosímiles: alta filosofía y putas, americanismos y tecnología. Y, sobretodo, no hagas muchas subordinadas. Carles Valls dixit.