miércoles, 23 de julio de 2008

Defunción de un electrodoméstico


Además de órganos vitales como los pulmones o el corazón necesitamos para existir de una lavadora, una nevera o un calentador de agua. Cuando algunos de estos electrodomésticos se enferman y se estropean nos dejan tirados y nos coge una depresión doméstica. Entonces llamamos al doctor chapuzas para que, si puede, nos los arregle sin cobrarnos a precio de otro nuevo. Sin embargo, a menudo no hay solución y ese electrodoméstico ya está traspasado, es un cádaver de acero y plástico. Entonces el reparador sólo nos puede dar un pésame carísimo: "Esto ya no funciona, ya lo puede tirar". Hoy he enterrado a mi calentador, descanse en paz. Carles Valls dixit.