jueves, 17 de julio de 2008

Mirador de embutidos


Lustrosos jamones, chorizos bronceados, fuets dulzones, morcillas negrísimas. En el Bar Pineda, cerca de la plaza del Pi en Barcelona, los embutidos son los reyes de la barra. Rodeado de una pocilga de carnes apetitosas, sus avispados propietarios han habilitado un rinconcito de mesas de madera que te invitan a tomar una tapa de jamón noble, una cañita de cerveza. El Bar Pineda es una embajada de embutidos, ahora reconvertido en un bar de tapas turístico, es un sabroso mirador de carnes embutidas, que no embusteras. Que mejor homenaje para un cerdo que ser convertido en tacos de jamón. Carles Valls dixit.