Sólo falta que en mi minipiso tenga que hacer el amor con la bicicleta plegable, usar las cortinas de sábanas, poner los calcetines en la nevera, fregar los platos en la ducha, tener como vecina la basura reciclada, dormir en una tabla de planchar, tener menos baldosas que dientes, compartir la cena con el Adsl y, encima, pagar como una suite real. ¿Cuánto mides al cuadrado? Carles Valls dixit.