jueves, 31 de julio de 2008

Ladrilleuros


Despúes de una época de ladrillos gordos donde ha campeado la especulación ladrillera, el hipotequismo de gatillo fácil, las construcciones babélicas, el urbanismo de maletines oficiales, la corrupción de paletos encorbatados, la magia de las recalificaciones y los propietarios de pisos con subidones, ahora llega la época de los ladrillos flacos, y el Gobierno me pide a mi, ciudadano sin hipoteca, con piso de alquiler de treinta metros cuadrados, sin patrimonio familiar, que les pague un plato caliente a todos los críticos y, yo les contestó, que bajen de golpe ya los precios de los pisos, que los alquileres caigan en picado, y que el metro cuadrado sea el de mi bolsillo y no el de su avaricia. Que no me pidan por una baldosa que me extirpen tres riñones. Carles Valls dixit.