jueves, 10 de julio de 2008

Opos


Para alcanzar el feliz status de funcionario, previamente, se ha de cumplir una condena de varios años de estudio forzoso. Si quieres preparar con ciertas garantías de éxito una oposición de cuerpo medio tienes que secuestrarte cincuenta horas a la semana, desmenuzar la interminable biblia del temario, y tener el coraje de vivir una vida de zulo o planta de plástico. Básicamente, la oposición se basa en memorizar leyes insípidas, recitar los códigos como mantras y cantar el temario como los décimos de la Lotería. La recompensa de aprobar las opos es un puesto de trabajo perpétuo que consiste, en muchos casos, en timbrear expedientes, convertir en un animal funcionarial e ir acumulando trienios. Las oposiciones son una condena privativa de libertad de al menos tres años. Carles Valls dixit.