miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cúpulas unidas


El pintor Miquel Barceló ha ametrallado con toneladas de pintura la cúpula de la sede de las Naciones Unidas. Unos critican la millonada de euros que ha costado el mejunje, otros el pastiche colorista. A mi, personalmente, me gusta la cúpula. No porque me lo digan reyes ni jefes de gobierno, simplemente, me gusta la cúpula porque me impresiona y me sugiere algo más que resina coloreada. Sin embargo, la cúpula también me produce zozobra por el temor de que se desplome algún puñal de resina del techo sobre los asistentes, como una espada de Damocles. El arte siempre cuesta un dineral, sino Miguel Angel no hubiese pintado la Capilla Sixtina. Carles Valls dixit.