Uno se va volviendo un descamisado, sin embargo, veces, por motivos profesionales, uno debe vestirse como el hombre de El Corte Inglés. Reconozco que soy un desastre como estilista, nadie me ha enseñado a combinar camisas con corbatas, americanas con calcetines, zapatos con cinturones, pantalones con cuellos almidonados. Pero, ¿cómo viste un abogado? Un letrado me confesó: depende de los honorarios que vayas a cobrar al cliente. El sastre del abogado son siempre sus clientes. Carles Valls dixit.