Somos un producto más de la cesta de la compra. Vivimos bombardeados de publicidad. Todo los productos son comerciables y promocionables. Sin embargo, el consumidor, en épocas de bolsillos flacos, ya no compra lo que le cae publicitariamente bien, sino que trata de ahorrar no comprando. No recuerdo ninguna campaña que nos anuncie: no nos compre. La campaña publicitaria para que no compren un producto será siempre más exitosa que la de pedir la compra del producto. Carles Valls dixit.