El domingo por la tarde vi el partido Bilbao-Barça en el sofá de casa. El Barça tiró el partido después de ir ganando, y el Madrid ya está a nueve puntos. Tiré noventa minutos viendo un espectaculo de futbol especulativo, aburrido y feo. Estaba acostumbrado al jogo bonito, al tridente y me sentí frustado y estafado. Afortunadamente, lo compensé con creces ya que al final del partido devoré un bocadillo de jabugo. El Barça ya no és pata negra sino jamón york del baratito. Carles Valls dixit.