La otra tarde compré un manual de gramática inglesa del nivel Intermediate. Es cierto que antes había obtenido el nivel superior de First Certificate. Sin embargo de ese First sólo me quedaban algunos balbuceos gramaticales, un deje de pronunciación y un vocabulario escuálido. Por eso, decidí degradar mi nivel anglosajón y regresar al nivel inferior del Intermediate veinteañero. La vuelta al Intermediate me trajo el recuerdo de pubertinas clases en el Instituto Norteamericano de Barcelona. Aún conservo retazos de imágenes de algún profe rubicundo y de alguna alumna con buenas pronunciaciones. Sin embargo, en cuanto al inglés, todo lo que aprendí se esfumó como mi acné. Mi realidad anglosajona es que me he pasado media vida estudiando inglés, media vida olvidándolo y media vida añorándolo. Mi único reto actual es que me pueda comunicar con mi sobrinita norteamericana que tiene un año. Espero que le pueda hablar de sonajeros y chupetes in English. Mi inglés no llega al nivel de guardería nativa. Carles Valls dixit.